El martes pasado la Grenadierkompanie de Manutorquemada se enfrentó a mis Ratas del Desierto. La batalla es un combate en retirada, por lo que las tropas alemanas parten en desventaja, ya que pese a ser las defensoras e iniciar la partida atrincheradas, sus unidades poco a poco van retirándose del tablero. La infantería alemana se atrincheró a lo largo de todo el tablero, estableciendo dos puntos fuertes en cada flanco con los Pak-40 y la artillería. A su vez, las Ratas desplegaron en el flanco contrario a los Pak para concentrar todas sus fuerzas en un solo punto.
Al iniciarse la batalla, el avance inglés pronto se vio frenado por la unidad de Scout que acechaba frente a ellos entre los campos de trigo. Debido a sus habilidades de camuflaje y a su potente armamento anti-tanque, son un enemigo temible. Sin posibilidad de hacer fuego contra ellos, el fuego masivo de los Cromwell se dedicó a desalojar de sus puestos a las tropas de infantería que apoyaban a los Scout con bastante éxito. Mientras el fuego se concentraba en el flanco izquierdo, tanto la artillería alemana como los Typhoon británicos pretendieron apoyar el combate central, pero con escaso éxito, lo que dejó todo en manos de los Scout y los Cromwells, que lucharon en desventaja.
Imposibles de desalojar con la fuerza de los tanques, finalmente la infantería británica tuvo que avanzar hacia los Scout y enfrentarse a ellos en combate cuerpo a cuerpo. En el resto del tablero, la infantería alemana, simples espectadores del combate que se desarrollaba en la otra punta, poco a poco se fueron retirando, mientras que los pioneer y los Pak-4o se vieron obligados a atravesar el tablero para someter a unas Ratas en jaque incapaces de avanzar.
Después de las terribles pérdidas que había supuesto la resistencia de los Scout y el nulo efecto de la aviación británica (que después de 6 turnos sólo había acabado con un cañón de artillería), el avance en cobertura de los pioneer, armados con panzerfaust y granadas antitanque, y la cercanía de los Pak-40 puso a los británicos en un verdadero aprieto. Pese a contar con la mitad de sus fuerzas sin apenas daños, encerrados en un cuarto del tablero y sin grandes posibilidades de avanzar para capturar el objetivo antes de que terminar la batalla, los ingleses terminaron por ceder el combate a favor de los alemanes. Una brillante victoria para las tropas del Reich.
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