El jueves pasado libré mi partida de iniciación de Impetus contra Hetairoi (gracias por las fotos), y ella es la responsable de todo.
La batalla fue sencilla, a 300 puntos y dos mandos. En Impetus, las batallas oscilan entre 300 puntos y 500 puntos (que multiplicados por 5 son más o menos las dimensiones en puntos de Warhammer). Los mandos que dirigen las unidades pueden ser entre 1 y 4. Cuanto más mandos, mayor se supone que debe ser el ejército. Nada te impide colocar cuatro mandos en un ejército de 300 puntos, pero a parte de que no sería muy rentable, también supone un riesgo. Cada mando tiene una serie de puntos de Valor de Desmoralización según el número de unidades que controle, y cuando este mando a perdido el 50% de los puntos queda desbandado y se retira de la batalla, por lo que hay que tener cuidado: esa es la primera lección que aprendí.
Una segunda lección es que el despliegue es fundamental. Las posibilidades de movimiento son en cierto sentido más limitadas, ya que, aunque no existe un mínimo (si pudieras podrías mover hasta salirte de la mesa) las tropas deben permanecer cohesionadas a través de tiradas, y perder esta cohesión implica una desventaja táctica importante. De ese modo, el despliegue se convierte en algo fundamental, algo así como los primeros pases en un juego de ajedrez, que acaban por decidir la partida.
Una segunda lección es que el despliegue es fundamental. Las posibilidades de movimiento son en cierto sentido más limitadas, ya que, aunque no existe un mínimo (si pudieras podrías mover hasta salirte de la mesa) las tropas deben permanecer cohesionadas a través de tiradas, y perder esta cohesión implica una desventaja táctica importante. De ese modo, el despliegue se convierte en algo fundamental, algo así como los primeros pases en un juego de ajedrez, que acaban por decidir la partida.
Como podéis ver en esta foto y en la anterior, se me ocurrió la brillante idea de poner mi caballería en columna, ¿por qué? Pues buena pregunta. Apenas pudieron moverse y fui pasto de los ashigaru con lanzas.
El combate se decide según el Valor Básico de Unidad de cada tropa. Se supone que el VBU implica tanto el número como el armamento y en definitiva la "efectividad" de una tropa en el campo de batalla. Perder un combate no quita heridas, si no que te obliga a efectuar un test de Cohesion. Para ello, consideras los daños que la unidad ha sufrido y tiras. El resultado del dado tiene que estar por debajo del VBU, y si no, pierde un número de heridas igual al resultado obtenido en relación con el VBU de tu unidad. Si considerando los daños tienes un VBU de 2 y sacas un 5, sufrerías 3 heridas (porque son tres puntos por encima de 2).
El combate se decide según el Valor Básico de Unidad de cada tropa. Se supone que el VBU implica tanto el número como el armamento y en definitiva la "efectividad" de una tropa en el campo de batalla. Perder un combate no quita heridas, si no que te obliga a efectuar un test de Cohesion. Para ello, consideras los daños que la unidad ha sufrido y tiras. El resultado del dado tiene que estar por debajo del VBU, y si no, pierde un número de heridas igual al resultado obtenido en relación con el VBU de tu unidad. Si considerando los daños tienes un VBU de 2 y sacas un 5, sufrerías 3 heridas (porque son tres puntos por encima de 2).
Por supuesto, el combate puede dar muchas sorpresas. Aunque me pegaron un palizón, aquí una unidad de ashigaru de Murakami (la unidad en que estoy trabajando ahora, así que no la miréis mucho) luchó contra unos samuráis, controlando el centro del tablero durante casi toda la batalla. La suerte, como todo, también es un factor importante, ya que yo obtenía muchos éxitos y pasaba los test de cohesión, por lo que no sufría heridas más que por el Desorden causado por el combate (que no es acumulativo, pero que ofrece bajas una vez ya estas Desordenado).
Dejándome flanqueado y cosido a balazos, Hetairoi se alzó claramente con la victoria, pero desde luego el juego fue muy divertido y súmamente ilustrativo. De hecho, ¡es muchísimo más facil aprender jugando a Impetus que leyendo el manual!
Dejándome flanqueado y cosido a balazos, Hetairoi se alzó claramente con la victoria, pero desde luego el juego fue muy divertido y súmamente ilustrativo. De hecho, ¡es muchísimo más facil aprender jugando a Impetus que leyendo el manual!
En la última frase das en el "clavo", jugar es la "clave" del aprendizaje, jeje.
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